No necesitas un nuevo logo, necesitas una mejor experiencia de marca

Experiencia de marca

Crear una marca es complicado. Implica logotipos y gamas de color, diseño de sitios web y material publicitario. A menudo involucra equipos creativos, campañas de marketing y grupos de trabajo. Requiere tomar decisiones sobre tu público objetivo y cómo presentarles tu mensaje.

En esencia, a pesar de todo el esfuerzo que es necesario dedicar para crearla, una marca no es más que lo que las personas sienten o piensan en relación a tu negocio. Es realmente así de simple.

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Por supuesto, descubrir cómo se siente la gente en relación a tu negocio (y más importante, por qué) no es nada simple. Es por eso que las empresas, con demasiada frecuencia, invierten su tiempo y recursos en tratar de mejorar su sitio web o rediseñando su logotipo, sin ver lo que realmente está mal en su marca.

Lo que lo hace complicado es que la forma en que las personas se sienten acerca de tu negocio tiene que ver con mucho más que con solo los elementos visuales que creas. A menudo, es la forma en que alguien contesta el teléfono cuando un cliente llama. Se trata de la experiencia. De hecho, se podría simplificar la definición de una marca como la suma de las experiencias que un cliente tiene con un negocio.

Si tu marca está mal, no es porque necesites un nuevo logotipo. De hecho, antes de cambiarlo, hazte esta pregunta:

¿Cómo es ser mi cliente?

Piensa en cómo es interactuar con tu empresa. Por ejemplo, si tu cliente tiene que pasar más de unos segundos averiguando a dónde ir en tu web, es una mala experiencia. Si tu cliente pasa 25 minutos en espera cuando trata de poner una reclamación o aclarar una duda sobre un producto, es una mala experiencia.

Y lo más importante; si tu empresa hace una promesa, debe cumplirla. Cada vez que haces una promesa, estás contando una historia sobre quién eres y qué puede esperar tu cliente. Cuando rompes esa promesa, todo lo que estás haciendo es contar una historia vacía.

Si quieres cambiar tu marca, no comiences con tu logotipo porque lo más probable es que no necesites uno nuevo. Probablemente necesites algo para que tu cliente sea más feliz.

Tu logotipo es solo una forma de ayudar a un cliente a recordar la historia que se cuenta sobre tu empresa. Tu trabajo es contar una mejor historia y luego hacerla realidad para tus clientes.

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Fuente: CepymeNews

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