Qué quiere la Ley Celaá, 10 formas de coartar la libertad

Esta ley conocida como Ley Celaá, pretende llevar a cabo una reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), tocando entre otros puntos, algunos que nos afectan directamente, a libertades y derechos propios de los padres con la educación de sus hijos: 

– Condena a la enseñanza concertada a una progresiva desaparición.

– Impone la enseñanza pública, quitando a los padres el derecho a elegir centro.

– Relega la asignatura de religión.

– Y condena el cierre de los centros de educación especial. 

Cuando la ministra Celaá afirmaba hace unos meses que los hijos no son de sus padres, sabía lo que decía. Anunciaba lo que estaba por venir. Si los hijos no son de los padres, ¿de quién son? La pregunta encuentra su respuesta en la LOMLOE o Ley Celaá.

Por primera vez en la historia de la democracia Celaá ha excluido a la comunidad educativa de la tramitación de la nueva Ley educativa. Y tiene sentido. Porque en ella no hay lugar para las familias. Será el Estado, y no tú, quien decida la educación que han de recibir tus hijos. Tampoco hay espacio para la enseñanza concertada. Miles de colegios cerrarán en los próximos años. Ni para la asignatura de religión, que vuelve ser postergada. Ni, por supuesto, para la educación especial, la cual, pese al clamor de los padres afectados, también desaparecerá.

La Ley Celaá supone, en definitiva, la imposición de un modelo de educación único, estatal y laico que pondrá fin a la pluralidad educativa actual.

Sin embargo, aún estamos a tiempo. No permitas que el Estado decida por ti. Defiende junto a nosotros una escuela inclusiva con todos y para todos. Una escuela plural y democrática en la que podamos ser más iguales, más plurales, más libres.

Qué quiere la ley Celaá:

  1. La LOMLOE supone volver a imponer una ley partidista e ideológica, sin visión de Estado y sin atender el clamor ciudadano y de la comunidad educativa por la estabilidad y a favor de un Pacto de Estado por la Educación.
  2. La LOMLOE pretende eliminar la demanda social como elemento a tener en cuenta en la programación de puestos escolares. Es decir, que la Administración ni siquiera debe valorar la elección de las familias, de todos nosotros, los ciudadanos, para establecer las vacantes. La eliminación de la demanda social supone un paso más a la planificación unilateral de la Administración, el cierre de unidades concertadas con demanda en beneficio de públicas vacías o la consideración de subsidiaria de los centros concertados.
  3. La LOMLOE se inventa un “derecho a la educación pública”. El único derecho existente es el “derecho a la educación”, y el mismo se garantiza mediante plazas suficientes en los centros sostenidos con fondos públicos, también, por tanto, en los de iniciativa social o concertados.
  4. Vuelve a postergar la enseñanza de la religión: sin alternativas y sin efectos en la evaluación. Uno de los objetivos tradicionales de los gobiernos de izquierda es su opción por el laicismo activo, como ideario de la educación, y con esta Ley lo quieren aplicar incluso en los centros que no son de su titularidad.
  5. Se crea una nueva asignatura de Educación en valores cívicos y éticos. Otra “Educación para la ciudadanía” no basada en valores consensuados y compartidos, sino como instrumento de adoctrinamiento.

6. La LOMLOE abre la puerta a la inclusión de un representante del Ayuntamiento en el Consejo Escolar de todos los centros. Esta medida, además de innecesaria e injustificada, supone una interferencia en el ideario y proyecto educativo de los centros y la creación de un “comisario político”.

7. La LOMLOE insiste sospechosamente en los derechos de la infancia, que nadie cuestiona. Intuimos nuevo ataque a las familias, que incluye el olvido de que el garante principal de los mismos son los padres mediante la institución de la patria potestad, no el Estado. Es inevitable que al ver esta insistencia en los derechos de la infancia, la pongamos en consonancia con la desafortunada reflexión de la Ministra Celaá, de que “los hijos no pertenecen a los padres”. Igual cabría preguntarle si en su opinión ¿pertenecen al Estado, tal vez?

8. Surge la posibilidad de distribución del alumnado por la administración para evitar segregación educativa. Hay quien opina que es una garantía de igualdad. ¿No es más igualdad que la familia elija el que crea el mejor centro para su hijo, en lugar de hacerlo la Administración?

9. La LOMLOE insiste, como las leyes anteriores, en la ausencia de autonomía de los centros. En realidad, hace hincapié en la desconfianza, la centralización, el intervencionismo, las injerencias… sin margen para los centros.

10. La LOMLOE insiste, como las leyes anteriores, en la ausencia de autonomía de los centros. En realidad, hace hincapié en la desconfianza, la centralización, el intervencionismo, las injerencias… sin margen para los centros.

A fin de dar una mayor visibilidad al movimiento de protesta, Más Libres, Más Plurales, Más Iguales os animo, a que echéis un vistazo al enlace https://masplurales.es/, y que firméis a favor del hashtag #StopLeyCelaá.



Qué queremos nosotros

(Manifiesto)

El colegio San Agustín de Los Negrales organiza este miércoles un acto contra la Ley Celaá

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