En el tercer capítulo de la España Silenciada, Santiago Abascal se desplaza a la comarca de La Sagra, en el norte de Toledo, donde conoce de primera mano el problema de inseguridad, delincuencia y okupación que sufren sus habitantes, abandonados desde hace años por la Administración. En concreto, el episodio transcurre en El Señorío de Illescas, una zona residencial modesta particularmente aquejada por la degradación. Allí Santiago Abascal acompaña durante todo un día a Almudena, una madre de familia que lucha junto con otros vecinos por conservar sus propiedades amenazadas, por recuperar la ley y el orden en sus calles y por devolver la tranquilidad a los suyos.
La vida de estos héroes anónimos que, gracias a su compromiso y sentimiento de comunidad, contribuyen a mejorar día a día su comarca.
A finales de los años 90 y primera década de los 2.000 fueron muchas las familias jóvenes que se trasladaron a urbanizaciones de nueva creación, donde poder formar una familia y prosperar, a tenor de la menor carestía del precio del suelo frente a las ciudades.
Sin embargo, en algunos casos como en la comarca de la Sagra, al norte de la provincia de Toledo, los sueños de estas familias se han visto truncados por el incesante abandono de las instituciones, que han consentido que estos municipios se conviertan en un foco de delincuencia, inseguridad y okupación. La situación es tan grave que los vecinos se ven obligados a hacer turnos de vigilancia y patrullar las calles.
Almudena, una valiente madre de familia, y otros vecinos, relatan a Santiago Abascal el drama en el que viven día tras día, sin que ningún medio de comunicación se haga eco de sus problemas.
Fuente: VOX España
Enrique Álvarez - Enalfersa 